Fascitis Plantar. ¿Puede mejorar con la terapia manual?

La Fascitis Plantar

El dolor plantar del talón es una molestia musculoesquelética común que afecta aproximadamente a 1–2 millones de personas por año en los Estados Unidos (EE. UU.) y aproximadamente al 10% de la población en algún momento de sus vidas. Entre las posibles etiologías del dolor plantar del talón, la fascitis plantar (FP) es la más común.

De acuerdo con diversos estudios científicos,, este trastorno se debería llamar fasciosis plantar en lugar de fascitis plantar («-itis» significa inflamación y «-osis» degeneración). Se ha visto en diferentes estudios que la fascia plantar de gente con fascitis plantar, no encontraron células inflamatorias, sino degeneración fascial.

Para no complicar demasiado los términos, hablaremos de fascitis plantar, englobando dentro al término fasciosis plantar.

En esta degeneración se producía un engrosamiento de la fascia plantar. En el artículo La fascitis plantar de Dishan Singh y col., es que una fascia plantar normal tiene un grosor dorso-plantar (vertical) de 3 mm. En la fascitis plantar este grosor puede llegar a ser de 15 mm (la degeneración causa aumento de grosor).

La Fascitis Plantar es una condición clínica caracterizada por quejas de dolor agudo en el talón que comienza desde el borde medial de la fascia plantar y continúa hasta su inserción en la tuberosidad medial del calcáneo.

El dolor a menudo se provoca con la carga y con los primeros pasos que siguen a períodos de inactividad, como levantarse del sueño por la mañana, y a menudo aumenta hacia el final del día. Es común, entre otras lesiones, en los runners.

fascitis plantar

Implicaciones clínicas de la terapia manual en la Fascitis Plantar

Debido a la gran prevalencia de esta afección y de la compleja resolución de sus síntomas, se han realizado multitud de tratamientos y abordajes. Los resultados no son siempre óptimos y hay cierta confusión a la hora de pautar un tratamiento con seguridad de mejoría por parte del paciente.

La revisión sistemática realizada Fraser et al. dio como resultado que la Terapia Manual combinada con estiramiento y ejercicios de fortalecimiento conseguía unos resultados mejorados con respecto a la función, que los pacientes a los que sólo se les aplicaban estiramiento y ejercicios de fortalecimiento.

Es importante calificar que las medias grupales para el dolor informado en los estudios incluidos mejoraron después del tratamiento, independientemente de la intervención recibida.

Cabe remarcar, que a estas intervenciones habría que añadirles otros tratamientos, como las ondas de choque. Se ha comprobado que las ondas de choque son efectivas, sobre todo, en fascitis de larga duración.

Además, podríamos añadir el uso de plantillas, las cuales podrían ser útiles para la mejora de la función y disminución del dolor.

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