El crecimiento en la proporción de personas más mayores en la población es considerado como un triunfo. Las cifras hablan de que en el año 2050 habrá en España 16.394.839 de personas mayores, sobre un total de 53.147.442 habitantes, es decir, el 30,8% de la población, y en todo el mundo se habla de más de 605 millones para el año 2015 en todo el mundo. Afortunadamente, en los últimos años ha surgido un nuevo paradigma de envejecimiento que se ha llamado, entre otros: saludable, buen envejecer, con éxito o activo. Por el contrario, la situación real pone de manifiesto que la prevalencia de alteraciones que producen dependencia aumenta de forma considerable a medida que la persona envejece. De esta forma, en este contexto de envejecimiento poblacional surge un aspecto fundamental: la generalización de las dependencias.
A partir de los sesenta años, la pérdida de masa muscular se acelera, lo que provoca un deterioro en la fuerza y la capacidad funcional, en la resistencia cardiovascular y en el equilibrio. Este deterioro físico aumenta el riesgo de sufrir caídas y una pérdida de la independencia, reduciendo la calidad de vida de los mayores. Por esto último, los programas de ejercicio terapéutico, y particularmente el entrenamiento de la fuerza, constituyen las intervenciones más eficaces para retrasar la discapacidad y otros eventos adversos. Además, los efectos del ejercicio son potencialmente similares a los que puedan producir los medicamentos o incluso más sin apenas efectos adversos para la prevención de la enfermedad cardiovascular, la reducción del riesgo de mortalidad, prevención de la diabetes, obesidad, etc.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente mueren en todo el mundo unas 646.000 personas debido a caídas, siendo los mayores de 65 años quienes sufren más accidentes mortales. También es este grupo de población el que sufre más lesiones moderadas o graves, tales como hematomas, fracturas de cadera o traumatismos craneoencefálicos. La magnitud del riesgo se debe en parte a los trastornos físicos, sensoriales y cognitivos relacionados con el envejecimiento.
Mejorar la calidad de vida de los mayores frágiles pasa, en gran medida, por la prevención y la identificación precoz, así como prescribiendo un programa de ejercicio terapéutico multimodal adecuado a cada uno de nuestros mayores, de forma individualizada. Dimensionar un estadio previo a la aparición de incapacidad se antoja de vital importancia. Tener identificados de forma precoz a los mayores con el síndrome de fragilidad, se podría establecer intervenciones efectivas para prevenir y/o retrasar la aparición de discapacidad y dependencia, y esto constituye un reto y una prioridad vital.
Con todos los datos anteriores y ya puestos en situación del panorama actual, os queremos presentar un estudio muy interesante realizado por fisioterapeutas españoles:
Análisis en personas mayores entre frágiles y no frágiles en parámetros de la marcha basados en un sensor inercial móvil
Relevancia: el síndrome de fragilidad clínica es un geriátrico común. El síndrome que se caracteriza porque la reserva fisiológica disminuye y aumenta la vulnerabilidad y que puede en caso de procesos intercurrentes inesperados, con resultado en caídas, hospitalización, institucionalización o incluso muerte.
Condiciones físicas a través de la marcha y otras tareas funcionales son parámetros a considerar para la detección de fragilidad.
Propósito: Los objetivos del presente estudio son los siguientes: En primer lugar, medir y describir la variabilidad de la antropometría, parámetros de la marcha y variables relacionadas con la calidad de vida en dos grupos de estudio. En segundo lugar, analizar las diferencias de varianza entre los grupos de estudio durante la marcha (frágil y no frágil).
Métodos / análisis: un estudio transversal que involucró 30 sujetos mayores de 65 años y 14 frágiles y 16 no frágiles de personas mayores. Los participantes fueron clasificados con fragilidad síndrome según los criterios de Fried (pérdida de peso involuntaria, cansancio autoinformado, debilidad, velocidad de marcha lenta y bajo nivel de actividad física). Los datos antropométricos fueron obtenidos siguiendo las pautas de The International Society para el avance de la cineantropometría (ISAK). Los parámetros de pasos se obtuvieron a partir de los datos cinemáticos obtenidos con un sensor inercial en Timed Up and Go Extended.
El análisis se realizó con SPSS versión 21 para Macintosh. Se realizó una comparación entre los medios de todos variables con la prueba t de Student para datos independientes. los
el nivel de significación estadística se estableció en P <0.05.
Resultados: todas las variables analizadas muestran diferencias significativas entre el grupo frágil y no frágil, haciendo que en el frágil los participantes del grupo bajan los valores en todos los parciales de tiempo y la velocidad de la marcha respecto a los participantes no frágiles.
Discusión y conclusiones: participantes en el frágil
El grupo de estudio caminó usando una velocidad más corta, más lenta y menos que los participantes no frágiles, estos resultados pueden indicar una limitación en movilidad en participantes con síndrome de síndrome frágil.
Impacto e implicaciones: el umbral clínicamente relevante para la velocidad de la marcha elegida por el Grupo de Trabajo Europeo en Sarcopenia en Personas Mayores el consenso fue de 0.8 m / s; abajo este nivel hay una fuerte asociación con una supervivencia reducida y un mayor riesgo de discapacidad.
En nuestro estudio todos los ancianos frágiles obtuvieron datos de velocidad bajo el límite, según con la literatura existente. Todos los ancianos frágiles en este estudio vivían en un entorno institucional.
A. Galán-Mercant 1,∗, M. González-Sánchez 1, M. Ruíz-Munoz ˜ 2, A. Mateo-Angulo 2, A.I. Cuesta-Vargas 2
1 University of Jaén, Health Science, Jaén, Spain 2 University of Malaga, Health Science, Malaga, Spain
Para acabar os dejamos una reflexión: ¿Aún pensamos que la Fisioterapia en geriatría no es importante?
Hola este estudio me parece muy teórico. Mayores de 60 años ?? Hoy en día, las personas con 60 años, cuidan de sus nietos, hijos y se van con el IMSERSO. Son personas muy activas, en España, se ha subido edad de jubilación porque se considera que a esta edad están bien para trabajar.
A partir de los 70, puede ser, que empicen a disminuir sus facultades físicas, pero hoy en dia, una persona con 60 años, es joven
Seguramente, el estudio está hecho a partir de 60 años, porque es cuando la OMS marca la tercera edad. Aunque efectivamente, a día de hoy una persona de 60 años se puede considerar joven.
Muy buenas Inma,
Gracias por tu comentario Inma. Por alusiones dejare algunas reflexiones al respecto. En primer lugar me gustaría indicar que en este estudio estamos ante un marco empirico de una investigación real que se realizó entre 2009-2012, del que han salido al menos 9-10 publicaciones, algunas de ellas en revistas bien posicionadas en El ranquing JCR. En ningún caso es un marco teórico como he podido leer. Tal y como se ha indicado, que fueran mayores de 60 años, era un criterio de inclusión, pero la realida nos dio una edad promedio en los mayores frágiles de 80 años, frente a los 73 años de los no frágiles. Por otro lado, y respecto a la reflexión de que en España nuestro mayores son activos, es una inferencia sobre la que no estoy de acuerdo, siendo el sedentarismo una de las principales causas de morbi-mortalidad en nuestros mayores. Las deplecciones que sufrimos sobre el sistema musculo-esquelético comienza a los 35-37 años, donde comienza a producirse una sustitucion de masa magra, por masa grasa, y donde si no se compensa con actividad física y un programa de fuerza específico, la involucion por la osteosarcopenia, se acelera. El hecho del retraso de la edad de jubilación, creo que está más vinculado a una insostenibilodad del sistema de pensiones, donde la población activa, tras los cambios demográficos sufridos en las dos ultimas décadas (caída de natalidad, aumento de esperanza de vida y aumento de número de mayores de 65), han forzado a los gestores a prolongar dos años más la obligación de mantener activos a nuestros mayores. Se antoja difícil que la voluntad política pase por pensar en la calidad de vida de nuestros mayores, en una sociedad donde tenemos por encima de 8 millones de jubilados, y la orientación de este aumento den los años activos, están más cerca de tener que pagar 24 meses menos, pensemos que el Estado paga en un solo mes más de 9 millones de pensiones (si, hay mayores que cobran más de una pensión). Estoy muy de acuerdo contigo con que 60 años es una persona joven, dada la esperanza de vida actual, pero debemos hacer un esfuerzo por no tratar de seguir aumentando los años de vida, y traté de aumentar la vida en los años. La clave para aumentar de vida los años, es la Fisioterapia y ejercicio Terapéutico, donde las evidencias nos indican que es la mejor intervención clínica posible, podrás consultar los estudios del Prof. Mikel Izquierdo.
Un saludo.
Alejandro Galán Mercant