La rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla es actualmente una de las lesiones más comunes en el ámbito deportivo. Afecta a jugadores de fútbol, baloncesto, esquiadores, gimnastas y deportistas de otras disciplinas.
Se estima que un 70% de los casos de rotura de LCA son resultado de lesiones sin contacto, considerando el 30% restante derivado de lesiones que acontecen en momentos de contacto del deportista con otro jugador o con objetos.
Todo lo anterior se pone de manifiesto la necesidad de actualizar nuestro conocimiento sobre el proceso de lesión de LCA, revisando y analizando la evidencia disponible y traspasándola a la práctica asistencial mediante el manejo de planes de actuación adecuados y pertinentes, basados en pruebas, que tenga en cuenta las expectativas del paciente y en el entorno de nuestra experiencia clínica.